El ajo es un bulbo que se ha conocido tradicionalmente por su uso como condimento para mejorar el sabor de las comidas. El país con mayor área en su cultivo es China, sembrando aproximadamente 686.000 has. En nuestro continente, el mayor productor es Argentina. En Colombia, apenas se siembran apróximadamente 300 hectáreas, las cuales no alcanzan a suplir la demanda interna, por lo cual, la oportunidad de tenerla en tu casa se hace muy práctica.
En laboratorio, se ha comprobado su efectividad para el control de aproximadamente 80 hongos fitopatógenos y que sirve como repelente de insectos plaga (minadores, mosca blanca, trips y ácaros) en diferentes cultivos.
Entre los aspectos a tener en cuenta, si bien es cierto que la planta puede prosperar en ambientes un poco mas cálidos, las temperaturas mayores a los 40°C limitan su producción.
Antes de realizar la siembra (esto aplica para espacios abiertos), se sugiere realizar un tratamiento, para evitar ataques de nemátodos o de hongos en etapas muy tempranas.
Respecto a su fertilización, se sugiere poner el abono muy cerca a la planta, ya que su sistema radicular no es muy desarrollado y puede tener dificultades para alcanzar los nutrientes. Se recomienda fraccionar las abonadas, a los 40, 70 y 100 días después de la siembra, y suministrar a la planta, fertilizantes que contengan Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio,Magnesio y Azufre.
Importante! Mantener el cultivo limpio de malezas, pues estas pueden competir con la planta por espacio, agua, luz y y nutrientes, retardando su desarrollo y dificultando posteriores labores.
Su cosecha se realiza 150 días después de la siembra. Si la cosecha está destinada para consumo en fresco, se debe hacer cuando las hojas comienzan a tornarse amarillas. Para uso como semilla, se recomienda cosechar, cuando las hojas estén amarillas en un 90%.
Los aspectos mas importantes a tener en cuenta para su cultivo, se resumen en la siguiente tabla:
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