Muchas veces hemos escuchado este nombre en programas sobre agricultura y como opción para desarrollar producción de cultivos que no estén establecidos en el suelo.
Bueno, entremos en materia: primero que todo, tenemos q entender que significa hidroponía. La palabra hidroponía se deriva de la palabra "Hydro", que significa agua, y "Ponos", que significa trabajo. Por lo cual podemos inferir que se trata del trabajo en agua.
Se dice que la hidroponía nació en la antigua Babilonia, con los hermosos jardines colgantes, considerados, una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Pues bien, la hidroponía entonces, es un método que se ha empleado para cultivar plantas, usando disoluciones minerales (nutritivas), en lugar de un establecimiento en el suelo. Con este método, las raíces de las plantas, reciben de una manera equilibrado, una solución nutritiva, compuesta con los elementos químicos necesarios para su desarrollo, que pueden crecer en un medio acuático, o en un medio inerte, como gravilla o arena.
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La hidroponía es una técnica, y una forma sencilla y de bajo costo de obtener alimentos. Por lo general, se cultivan vegetales de rápido crecimiento y ricos en nutrientes. A través de la hidroponía, se pueden aprovechar elementos que tenemos en casa, como material reciclable, aprovechamiento del espacio y también, de nuestro tiempo libre.
¿Qué elementos debe tener la solución nutritiva?
Las plantas requieren de diversos elementos para desarrollar sus funciones metabólicas, cumplir con su ciclo de vida y completar sus fases vegetativa, de reproducción y maduración. Cada elemento cumple con una función en la planta, como lo podemos observar a continuación:
¿Qué necesitamos para desarrollar un cultivo hidropónico?
1. Contenedor: Los contenedores, pueden ser de cualquier material, se recomienda no usar metal oxidable, pues puede reaccionar con la solución nutritiva. Puedes emplear materiales como: madera, acrílico, plástico, etc. Los contenedores pueden estar ubicados de manera vertical u horizontal. Si son horizontales, se recomienda que tengan de 10 a 30 cm de profundidad y 20 a 120 cm de ancho, dependiendo de la planta. El contenedor siempre debe contar con un soporte para las plantas.
2. Sustrato: Es importante tener en cuenta el sustrato, pues este es el que nos reemplazará el suelo. En este tipo de cultivo, las raíces se desarrollan total o parcialmente en agua. Otro sustrato empleado es la grava.
3. Solución nutritiva: La solución nutritiva es la mezcla de agua y nutrientes y es la encargada de proveer a las plantas los nutrientes necesarios para su desarrollo. La fórmula a aplicar, dependerá en gran parte del tipo de hortaliza que tengamos sembrado, pues sus requerimientos nutricionales pueden variar de una a otra. En el comercio, existen fórmulas listas, diseñadas para aplicar al sistema de irrigación, o pueden prepararse, teniendo en cuenta el aporte nutricional de cada elemento.
4. Prácticas culturales: Son las que permiten mejorar y potencializar el desarrollo de la planta. Estas prácticas son: podas, tutoraje, control de insectos y enfermedades, y preparación de cosecha.
Estos son los básicos que debemos conocer sobre esta técnica de cultivo. El tema es bastante amplio y lo estaré desarrollando en el blog, mas adelante.
Por ahora, y si quieres ampliar la información te dejo estos tres recursos disponibles en la web: